6 Puntos importantes a la hora de comprar sillas para oficina
Para la gran mayoría de personas, buena parte de su jornada laboral la pasan sentados en una silla de oficina. Además de una pieza de mobiliario, las sillas son mucho más; se convierten en una herramienta de trabajo que influye en nuestra eficiencia, creatividad, bienestar y en nuestra salud.
Quizás no parezca un asunto importante, pero escoger la silla ergonómica perfecta para tu oficina puede marcar una diferencia en tu salud y comodidad.
Una silla deficiente puede tener consecuencias perjudiciales
La salud de la espalda, las tensiones en las cervicales y en las lumbares están muy relacionadas con las posturas en el puesto de trabajo. Pero existen más, sentados en la silla, nuestros pies deben tocar el suelo. Si estamos demasiado altos, aparecen problemas de circulación. Si, por el contrario, la silla está demasiado baja, se carga una parte de las nalgas. Regulando la silla a una altura apropiada y repartiendo el peso correctamente, podremos estar más tiempo sentados y de manera más cómoda.
Aprender más acerca de cómo escoger la silla para oficina apropiada para ti, puede ayudarte a evitar estos problemas de la salud, mejorar tu postura y mantener la comodidad durante tu día laboral.
¿Cómo elegir una silla para oficina ergonómica?
- Asiento: Es muy importante que sea regulable en altura, ya que podremos fijar la posición de nuestro torso respecto a la mesa de trabajo. Si la silla queda demasiado baja, sufrirá la zona lumbar. Si es demasiado alta, se forzarán las vértebras y músculos de la parte dorsal y el trapecio. También debe permitir modificar su colocación respecto al respaldo para que el abdomen no se comprima, lo que causaría problemas de circulación y digestivos. En cuanto al tamaño, debe ser suficientemente ancho como para que podamos sentarnos holgadamente en la parte central y tengamos espacio alrededor. La parte delantera del asiento debe estar inclinada hacia abajo para no oprimir la parte posterior de las rodillas ni dificulte la circulación de las piernas.
- Respaldo: Es una de las partes más importantes de la silla. Debe ajustarse a la espalda y ofrecer un apoyo en la zona lumbar. Es aconsejable que sea regulable en inclinación y que la silla ofrezca la posibilidad de regular firmeza y movilidad del respaldo. Los respaldos inclinables son buenos para jornadas que no excedan las cinco horas, pero si vas a permanecer mas tiempo sentado, la mejor opción son las sillas sincronizadas, donde el respaldo se incline a la vez que el asiento se desliza adelante o atrás, con lo que nunca haya posturas de compresión de la columna ni el abdomen.
- Altura de respaldo: Se recomienda que la altura sea regulable y que el respaldo tenga una longitud suficiente para poder cubrir al menos toda la espalda. Algunos modelos permiten añadir un reposacabezas en la parte superior que ayuda a descansar las vértebras de la zona dorsal sin someter la columna a excesivas torsiones.
- Posabrazos: Deben permitirnos mantener una postura cómoda, con los brazos formando un ángulo de 90º mientras escribimos en el teclado, a la vez que sirven de apoyo en los codos y antebrazos. También son útiles para facilitar la incorporación y deben ser lo suficientemente resistentes para soportar el peso al levantarnos de la silla. Es aconsejable optar por modelos que nos permitan variar la altura y posición de los posabrazos, así como regular su separación con el asiento de la silla. No deben en ningún caso oprimir las caderas ni impedir poder colocarnos cerca de la mesa.
- Base: Las ruedas en la base permiten una mayor comodidad para cambiar de postura o desplazarte en el puesto de trabajo. La base debe tener cinco puntos de apoyo. Algunos modelos tienen distintos tipos de ruedas con varios niveles de dureza, ideales para adaptar la silla a los diferentes suelos que podemos encontrar: duela, alfombra, etc.
- Tapizado: Para una mayor comodidad, el tapizado debe ser transpirable y estar diseñado para soportar el uso continuado.