¿Eres el/la responsable de la ergonomía en tu oficina? – 7 pasos para que tu equipo trabaje sin problemas.

Históricamente, el trabajo de oficina no ha sido considerado ni percibido como especialmente dañino para la salud de los trabajadores. Sin embargo, cada día son más los profesionales de la salud y técnicos en prevención y salud laboral que advierten de los peligros para la salud de los trabajos que implican estar sentado por tiempo indefinido, pudiendo llegar a provocar problemas graves relacionados sobre todo con una circulación sanguínea deficiente, especialmente de las piernas.

La ergonomía ha sido utilizada universalmente con el objetivo de mejorar la calidad de la vida humana. Los profesionales de esta disciplina se ocupan del diseño de interacción entre los humanos y otros elementos del sistema para mejorar la salud, seguridad, confort y productividad.

La ergonomía es la ciencia que trata de corregir y diseñar el ambiente laboral (espacio, iluminación, muebles, materiales…) con el objetivo disminuir los riesgos asociados a los distintos tipos de actividad. En el caso concreto del trabajo de oficina los principales problemas ergonómicos son: la movilidad restringida, las posturas inadecuadas y, con respecto a elementos, la iluminación deficiente o los excesos con el aire acondicionado y la calefacción.

De no corregirse estos problemas, pueden llegar a provocar una serie de patologías y consecuencias negativas sobre la salud y bienestar de las personas, siendo las principales:

  1. Lesiones músculo-esqueléticas en hombros, cuello, manos y muñecas.
  2. Problemas circulatorios.
  3. Problemas de columna, que pueden llegar a convertirse en graves y crónicos.
  4. Síndrome de túnel carpiano.
  5. Dolores de cuellos y espalda.
  6. Dolores de cabezas episódicos o crónicos.
  7. Molestias o dolores en hombros y piernas.
  8. Problemas visuales.

Considerando lo anterior, el propósito es dar a conocer algunos consejos para evitar lesiones y enfermedades relacionadas con el trabajo en las oficina. Te dejamos esta guía con algunas claves de ergonomía para que tu equipo trabaje sin problemas.

  1. Utilizar muebles y equipos de oficina fabricados con los últimos avances y aplicaciones a nivel ergonómico: mesas con la forma y dimensiones adecuadas, sillas regulables, puntos de luz (lámpara de mesa, fluorescentes…) que iluminen adecuadamente sin provocar destellos, pantallas de ordenador regulables y con el brillo y contraste preciso, etc.
  2. Mantener la columna vertebral erguida y pegada al respaldo de las silla. Por desgracia, está muy arraigado entre los trabajadores de oficina la nociva costumbre de inclinarse o encorvarse hacia el escritorio, sobre todo al escribir sobre el teclado.
  3. Evitar el estrés con pausas y ejercicios de relajación para evitar que los músculos se pongan demasiado tensos y hacer una presión excesiva sobre las vértebras.
  4. Intentar apoyar los brazos al teclear y usar el ratón, pues la falta de apoyo significa una tensión muscular y esfuerzo adicionales que puede provocar dolores e incluso lesiones. 
  5. Utilizar un reposa-pies para favorecer el retorno venoso.
  6. Poner la pantalla del ordenador frente al usuario para evitar posturas forzadas del cuello y a una distancia equivalente al brazo extendido para evitar problemas oculares.
  7. Poner los documentos en un atril para evitar problemas cervicales.

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